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La atmosféra histórica de la Praga Vieja está al alcance de su mano. Directamente delante del Grandhotel Praha se presenta el corazón del casco histórico, el Reloj Astronómico de la Ciudad Vieja. Es uno de los relojes astronómicos más conocidos y más antiguos del mundo y sin duda el monumento más atractivo de Praga. Vd. puede disfrutarlo desde la ventana de su habitación admirando así la obra que desde hace siglos es símbolo de la historia de Praga.

Según la vieja leyenda, el reloj astronómico fue construido por el mítico maestro Hanuš. Para impedirle que repitiera su obra singular en otras ciudades, los consejales praguenses lo hicieron asaltar y cegar. Sin embargo, el maestro Hanuš que sospechaba quién era el autor del acto cruel se vengó - metió la mano en el mecanismo y paró el reloj. Dicen que durante 100 años nadie era capaz de ponerlo en marcha.

El reloj data de principios del siglo XV y durante su existencia ha experimentado varias reconstrucciones y complementaciones. A finales de la Segunda Guerra Mundial fue dañado por el incendio del Ayuntamiento, en cuya torre está instalado.

El reloj es de hecho un reloj astronómico y calendario. Sus partes indican las posiciones de los planetas, del Sol y de la Luna. El calendario está decorado por pinturas de doce meses y zoodíaco del famoso pintor Josef Mánes. Sin embargo, la que más atención llama es la parte superior del reloj. Cada hora, en dos ventanillas se pueden ver desfilar figuras representantes de doce apóstoles con símbolos sagrados.

Junto con ellos se mueven las figuritas que representan la muerte con la campana, un vanidoso con el espejo, un avaro con un saco de dinero y un turco como alegoría de la lujuria. Con la figura de la muerte se relaciona otra leyenda - si se rompe, es un anuncio de malos tiempos. Todo este espectáculo que ningún visitante de Praga se pierde lo concluye el canto del gallo de oro.

El Reloj Astronómico junto con el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja es monumento cultural nacional y parte imprescindible de la Praga Vieja, igual que el Grandhotel Praha.