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Saliendo del Grandhotel Praha recto a través de la Plaza de la Ciudad Vieja, en un momento Vd. llegará a la calle Pařížská y al barrio llamado Josefov. Allí se encuentra el Viejo Cementerio Judío. Este antiguo cementerio de principios del siglo XV es uno de los cementerios judíos más importantes del mundo y junto con la Sinagoga Vieja-Nueva pertenece entre los monumentos más importantes del Barrio Judío de Praga.

El cementerio mismo está rodeado por las Sinagogas de Pinkas y de Klaus. En el cementerio encontramos casi 12 000 lápidas. En el pasado, el cementerio fue ampliado unas veces, sin embargo, su extensión no era suficiente. Es que según las costumbres judías, la tumba y sobre todo la lápida se tienen que conservar.

En el transcurso del tiempo, la escasez del espacio en el cementerio judío obligó a tapar tumbas más antiguas con tierra y subir las lápidas originales. En algunas partes hay hasta doce capas de tumbas una sobre otra. Las lápidas en agrupaciones estrechas presentan una vista muy pintoresca.

Las diferentes lápidas varían desde sencillas hasta decoradas abundamente, reflejando el transcurso de la historia de Praga. Sin duda, la personalidad más importante enterrada allí es el sabio religioso rabi Jehuda Liwa ben Becalel, conocido más bien como rabi Löw. Con él se une la famosa leyenda de la Praga antigua sobre la creación del hombre de barro, el llamado Golem. No obstante, según la leyenda, el rabi Löw por temor a su fuerza y para impedir que alguien se abusara de ella dejó a Golem depositado en el desván de la Sinagoga de la Praga Antigua. Hasta ahora grupos de buscadores entusiamados tratan de comprobar la veracidad de esta leyenda.

Según la costumbre judía, los visitantes ponen en la tumba del rabi Löw pequeñas piedras, que el hombre famoso sin duda cumpliría. El deseo de usted de disfrutar de la atmósfera histórica en el centro de la Praga Vieja, cuya parte forma este monumento, se puede cumplir fácilmente gracias al Grandhotel Praha.