Desde el Grandhotel Praha basta con dar unos pasos a través de la Plaza de la Ciudad Vieja, donde el hotel se encuentra, hasta una de las iglesias más importantes de la Ciudad Vieja. Es la iglesia de la Madre de Dios de Týn, popularmente llamada el Templo de Tyn.
Esta obra gótica se construyó en varias etapas desde el siglo XIV hasta el siglo XV. Se unieron en ella dos famosos constructores praguenses - Petr Parler y Matyas de Arras, quienes participaron también en la construcción de otros monumentos de Praga. En la iglesia sucedieron en el pasado muchos acontecimientos, sobre todo las guerras husistas. Éstas afectaron el edificio hasta con vidas humanas, pues las vigas del techo se usaron para construir horcas destinadas a comandantes husistas aprisionados por el emperador Sigismundo.
La iglesia tiene una decoración extraordinaria, cuya dominante son dos torres con ándites que se yerguen encima de las casas alrededor llamando atención al templo. Entre ellas, en el frontón principal, se encuentra una escultura de la Madre de Dios que simboliza el nombre del templo. El portal con la decoración plástica es hermosísimo.
En su interior se puede observar una rica decoración barroca y muchos monumentos históricos interesantes, sobre todo un órgano precioso de la segunda mitad del siglo XVII. También el altar barroco con el cuadro de la Asunción, obra de Karel Skreta, el pintor más solicitado de su época. Vale la pena mencionar el púlpito gótico y las estatuas en las naves laterales del templo.
Sin embargo, la mayor atención la atraen lápidas medievales, góticas y barrocas. Cerca del altar mayor tiene la suya también el famoso astrónomo Tycho de Brahe de la corte del emperador Rodolfo II.
La iglesia es una de las dominantes de Praga, su interior pertenece entre lo mejor que se puede ver en los templos praguenses y Vd. sin duda no se arrepentirá de visitarlo. Basta con salir del Grandhotel Praha y mirar a la derecha. Las altas torres de la iglesia le orientarán.